Cada vez que descorchamos una botella de vino
nuestros cinco sentidos parecen despertar sin duda. La magia del
sonido, color, sabor, textura... nos hace apreciar la naturaleza,
rememorar su belleza, recordar bellos momentos.... Demos, además, un paso adelante. Despertemos nuestro sentido común y tratemos de conservar esa Naturaleza impoluta para que gocen de ella futuras generaciones.
Démosle
una nueva vida a ese envase, tapón, malla de seda o metal que recubre
la botella, a la caja de madera que la encerraba... Seamos creativos,
hagamos jugar a nuestra inteligencia. Reciclemos estos elementos.
Espero que os resulten interesantes estos ejemplos:
suelo de corcho
botellas en el jardín
Espero que os resulten interesantes estos ejemplos:
suelo de corcho
botellas en el jardín