jueves, 26 de diciembre de 2013

Ver y beber estrellas

Dom1996    Las Geminidas nos sorprenderán esta noche y la de mañana con su espectacular lluvia de estrellas.
Este hecho me ha recordado las palabras atribuidas al benedictino francés Dom Perignon, al hacer la primera cata de su recién creado vino espumoso. Se dice que reunidos para esto él mismo y Dom Ruinart, de su misma orden, al probar el vino exclamó: "Amigo... ¡estamos bebiendo estrellas!.
Dom Pierre Perignon (1638-1715) pasó 47 años en la abadía benedictina de Hautvilles, en el valle del Marne, en la región francesa de Champagne. Fue el responsable de la bodega del mismo y su tesorero. En todo este tiempo se dedicó al estudiar vides, viñas y vinos y a experimentar para mejorar la producción y la calidad. Sus escritos son prueba de ello.
Aunque el vino espumoso se conocía desde la antiguedad, su mérito fue poder controlar esa segunda fermentación que sufrían alguno de sus vinos y que los hacía cambiar de forma radical. Ese vino efervescente será llamado Champagne.
Se dice, se comenta... que el tapón de corcho español desempeñó un importante papel en este descubrimiento.
Hasta entonces los vinos reposaban en barricas y su cierre consistía en tacos de madera envueltos en paños de lino humedecidos en aceite de oliva;  la visita de unos frailes benedictinos procedentes del convento gerundense de San Feliu de Guixol fue una inspiración para Dom Perignon. Al observar  que estos portaban unas cantimploras con tapones de corcho que las cerraban herméticamente, decidió usar esos corchos para cerrar las botellas donde se produciría la segunda fermentación de su nuevo vino efervescente.

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